Estilo

Originaria de Guatemala, Centro América, el estilo propio y distintivo de Priscilla se caracteriza por lo alegre y audaz de sus colores y la fuerza con la que los combina. Su obra tiene atractivo gráfico, riqueza visual, ‘geometrización’ y abstracción de las figuras. Todo esto, a raíz de su atrevimiento para escoger y armonizar telas y texturas, una sed por experimentar y una actitud que la impulsa a asumir riesgos. La obra de Priscilla es como ella: alegre, directa, asertiva, atrevida.

Empuja los límites de lo convencional, se reta a sí misma a salir de su zona de confort, sin seguir ninguna tradición, sin reglas, sin expectativas de lo que debería o no ser. Cuando encuentra problemas busca soluciones prácticas e inusuales. Persiste, ensaya diversas opciones y no se da por vencida fácilmente.

Trabaja rápida e intuitivamente, de forma improvisada y libre. Usualmente le dedica su tiempo a ocho o diez proyectos a la vez, pues no le gusta lo rutinario. Su espíritu es inquieto e inquisitivo, lo que la hace ser espontánea y apasionada. Le abundan las ideas y desde ya sabe que no habrá suficiente tiempo en su vida para todo lo que quiere hacer.

Busca nuevos caminos y experimenta. Deja de lado la precisión de la geometría y lo estructurado, para jugar con la irregularidad, con lo incierto e inesperado. A Priscilla le gusta ser diferente y auténtica, y cree que “Ser uno mismo es la única forma posible de vivir”.

Y también expresa: “Estoy sumamente agradecida con Dios por bendecirme con esta pasión para crear.”

Silvia Herrera U.

El carácter guatemalteco es lo que distingue el trabajo de Priscilla del de otros artistas textiles en el mundo. Su contexto guatemalteco es lo que da a su obra la originalidad de una nueva propuesta, su singularidad y su sabor multicultural. A través de su arte, Priscilla muestra lo bueno, lo bello, lo positivo, lo noble y lo mejor de Guatemala.

Ella cree que: “Mientras el mundo se homogeniza, las ciudades en todas partes empiezan a parecerse, la gente viste de la misma manera y nos vemos rodeados de máquinas automatizadas y objetos estandarizados, indiferenciados, producidos en masa… Guatemala sobresale por su originalidad; porque nuestras grandes fortalezas radican precisamente en la diversidad, la interculturalidad y en una infinita variedad que resulta fresca y seductora. Tenemos en nuestras manos una belleza que está presente, y un potencial de diseño y arte contemporáneo inagotable a partir de nuestros textiles tradicionales y del arte popular. Guatemala es un paraíso para los sentidos y las individualidades. Te invito a ver Guatemala bajo una nueva luz, con los ojos frescos y expectantes de quien la ve por primera vez. A través de mi obra artística, te invito a repensar nuestra cultura y a descubrir la esencia del diseño y el arte guatemalteco.”

Utilizar telas mayas guatemaltecas en su obra fue un paso natural en el desarrollo de Priscilla como artista textil, pues desde pequeña ha vivido rodeada por ellos y los ha amado. Estos han cambiado gradualmente su estilo hacia algo muy propio y han fortalecido la conexión entre su arte y el contexto cultural en el que vive.

Priscilla comenta: “He sido estudiosa de nuestra tradición textil, una de las más preciadas del mundo, desde hace más de tres décadas y soy sumamente respetuosa de la integridad y autoría de nuestros textiles. En mi trabajo artístico utilizo telas típicas producidas comercialmente que se venden por yarda en cualquier mercado. En ocasiones, también he usado partes de trajes de pueblos distintivos que compro cuando los he encontrado ya en pedazos. Por respeto a los trajes hechos a mano, yo no me atrevo a cortarlos”.